.

.

sábado, 27 de febrero de 2016

Querido:
              Recostada en mi cama llena de libros, papeles, lapiceras, jugos naturales, mi cuerpo semi-desnudo como corresponde a tanta desnudez a estas horas de la noche, me doy cuenta que varias son las horas que estoy contigo y pienso.
El arte no está del lado de la verdad, sólo del goce, pero solo en el goce verdadero está la verdad.
              ¡Oh amor mío!, mi amor por mis grandes amores, solo espera de mí los grandes éxitos y eso quiere decir aceptar y no aceptar lo debido y lo indebido.
              No quiero más desorden que mi cama y mis versos. 
              Hoy pensaba en el poeta ruso Jacobo Fijman, conocido como el "poeta loco". Como todo poeta grandioso vivía solo y si estaba acompañado era para ver como lo abandonaban los otros.
             Hoy, no quiero que nadie elogie mis grandezas, porque mis verdaderas grandezas, son invisibles a los ojos de los idiotas.
             Extraño tu belleza poeta, la magia de tu sonrisa, el amor por los tuyos y esta vez también tus mujeres, porque al final lo se, 
no son tantas. 
            Trabajaré como siempre sin cansancio, porque al poeta lo exita estar despierto. Es mi oficio el que reclama que mi maestría sea reconocida y eso quiere decir, dinero, trabajo.
            Nada le alcanza a un hombre que no busca nada.
            Mi vicio, conocer los secretos.
            No soporto la caída de los grandes, los que no se animaron a llegar al final del recorrido fuertes, deseosos, satisfechos de haber andado varios caminos, sin fallar al único camino elegido. 
            Hoy pensé en escribir una novela que se llamará: "Festín en el horizonte". Allí estaremos festejando, brindo contigo. Escribo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario